RECUPERACIÓN ECONÓMICA DE ESPAÑA EN 2022
Parece que las cosas van mejorando.
En 2022, se espera que la recuperación económica se consolide y que el crecimiento del PIB se acelere hasta casi el 6,0%. La pandemia podría generar nuevas olas, bien por la aparición de nuevas variantes más contagiosas, bien por la llegada del frío. Su impacto en el sistema de salud debería ser limitado gracias a los avances de las vacunas y no será necesario reintroducir medidas severas de restricción de la actividad.
El crecimiento en 2022 estará ampliamente apoyado por tres factores:
La recuperación del sector turístico
El impacto de los fondos europeos
La demanda contenida.
La principal palanca será el turismo. Este sector, fuertemente afectado por la pandemia, comenzó a recuperarse en el verano de 2021, estimulado en particular por el dinamismo del turismo doméstico y europeo. Los flujos de visitantes de fuera de Europa se han mantenido muy contenidos. Para 2022, se prevé una recuperación más vigorosa del turismo internacional, impulsado principalmente por las corrientes turísticas procedentes del Reino Unido hacia los Estados Unidos. UU. y América Latina. Esto permitirá al sector recuperar niveles de actividad similares a los registrados en 2017.
El otro gran protagonista del año 2022 serán los fondos europeos (NGEU). El Gobierno prevé gastar alrededor de 27000 millones de euros en 2022, principalmente en I+D+i y digitalización, industria y energía e infraestructuras y transporte.
El consumo de los hogares también jugará un papel importante en 2022, pero menos que el turismo y la NGEU. En 2020, las restricciones a la actividad condujeron a una reducción del consumo que, junto con las políticas de protección de los ingresos aplicadas (principalmente las RTE), generó una bolsa de ahorro contenida de unos 45000 millones de euros. Esta bolsa de ahorros ya comenzó a materializarse en 2021, pero continuará impulsando la recuperación del consumo y la actividad en 2022.
Por último, 2022 no estará exento de factores que influyan en la actividad. Por una parte, la crisis energética que atraviesa Europa, agravada por el comienzo de la temporada de invierno, ha provocado fuertes subidas de los precios de la energía que reducen la capacidad de compra de los hogares y ejercen una presión sobre los márgenes de las empresas.
El impacto de esta crisis, aunque aguda, debería ser temporal y sus efectos deberían ser moderados después del invierno. Además, las perturbaciones de las cadenas mundiales de suministro seguirán afectando la resiliencia del sector industrial, en particular durante el primer semestre de 2022. Sin embargo, se prevé que la crisis energética y los problemas logísticos tendrán un impacto relativamente limitado en comparación con la magnitud de los factores de crecimiento.
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